Un espacio donde pretendo volcar y compartir algunas manifestaciones propias y ajenas de raíces artísticas, culturales, espirituales. Y fusionarlas entre si. Todo intercambio es bueno. Que el día más triste de tu futuro no sea peor que el día más feliz de tu pasado.
martes, 17 de junio de 2014
Somos testigos creadores, del pensamiento a la acción.
Una reflexión detenida de mis actos.
Si prestamos atención, cada uno de nosotros, y todos, absolutamente todos, si fijáramos la atención a una de todas las actividades que realizamos, cuales quiera sean, artísticas, laborales, afectuosas, profesionales, etc. En al menos una de las actividades que realizamos en el día, en la semana, en el año. Cuando sea, no importa, en una de ellas mostramos o escondemos lo contrario de lo que somos en la realidad, en la vida. Todos tenemos al menos una actividad en la que solo aparentamos ser eso que realizamos, esta dentro de nuestra cotidianidad humana, es un hábito, que no es necesario que se nos transmita para ejercerlo. Una buena tarea es descubrir esto, después hacer la elección de si la queremos o no y tomar la decisión de trabajarlo lentamente para modificarlo si es que se quiere limpiar el espíritu y estar bien con uno mismo. Tomar una decisión no significa buena o mala, solo es una decisión porque por más buena que nos parezca en el transcurso de los procesos nos enfrentaremos a cosas crudas, inesperadas, problemáticas, etc. Se irán modificando en cuanto las trabajemos y nos ubiquemos tranquilamente sin necesitar de factores externos que nos distraigan para "que no sean tan pesados".
En la sociedad de hoy el alcoholismo, el tabaquismo, las adicciones entre otras nos parecen cómodas a la hora de enfrentarnos a la realidad de la desición, pero bueno, es lo que nos ofrecen y que aceptamos en una parte de nuestro ser, justamente para descubrir que hay otras y mucho mejores opciones, que también se pueden compartir.
Creer es lo importante dice un texto de una obra de teatro de Eduardo Pavlovsky. Sito un fragmento de su obra Pablo.
"I- Lo apasionante es que uno puede no saber nunca entonces si está con personas o con versiones
L- Pero siempre estamos con las versiones... De versiones de versiones de versiones. Cuando hablamos de Nietzche, de Hitler o de San Francisco de Asis, ¿hablamos de ellos o de versiones de ellos?
V- Pero esas versiones que circulan no son inventos que Nietzche, Hitler o San Francisco de Asis hubieran echado a correr de ellos mismos.
L- ¿Por qué no? Cuando alguién hablaba con Hitler, ¿no hablaba con la versión que Hitler había inventado de si mismo?. Fíjese que notable, bastó que todos se pusieran en contacto con la creencia de Hitler en su versión del Hitler fnático y todos se fanatizaron. Un pueblo entero se fanatizó. Los fanatizó su forma de creer de Hitler en su versión fanática de sí mismo. Pero toda la historia partió de la versión que Hitler inventó de si mismo y de su forma de ceer en ella. Después circula por allí y por allá."
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